HUYENDO DEL DESTINO DE AL-LAH
HACIA EL DESTINO DE AL-LAH
Omar bin Al-Jattab, que Al-lah esté complacido con él, viajó a Damasco durante su califato. Cuando llegó a Sargh, salieron a recibirle los comandantes del ejército, Abu Ubaida bin al-Yarrah y sus compañeros. Le dijeron que en Damasco se había declarado una epidemia, la peste. Omar mandó llamar a los Muhayirun (habitantes de Makka) y a los Ansar (Habitantes de Medina) para consultar con ellos la mejor manera de actuar. Algunos dijeron:
— Hemos venido aquí con un objetivo y no procede que lo abandonemos.
Otros dijeron:
— Nos acompaña mucha gente y no parece aconsejable llevarlos a donde hay una epidemia.
Omar se pronunció al respecto:
— Mañana por la mañana regresaré a Medina, y espero que hagáis lo mismo y vengáis conmigo.
Abu Ubaida bin al-Yarrah preguntó:
— ¡Oh califa! ¿Huyes del destino de Al-lah?. Si Al-lah ha decretado que muramos a causa de la peste, moriremos. En caso contrario, nada malo podrá ocurrirnos.
Omar replicó:
— ¡Ojala no hubieses sido tú quien ha dicho eso. ¡Oh Abu Ubaida!
— Sí, huimos del destino de Allah para ir hacia su destino. ¿No estarías de acuerdo en que si tus camellos viajasen por un valle con un lado seco y otro verde, pastasen en el lado verde? ¿Acaso pensarías que quizás Al-lah ha decretado que pasten en el lado seco? ¿Tendrías duda sobre dónde deberían pastar?.
Las palabras de Omar convencieron a Abu Ubaida.
— ¡Ojala no hubieses sido tú quien ha dicho eso. ¡Oh Abu Ubaida!
— Sí, huimos del destino de Allah para ir hacia su destino. ¿No estarías de acuerdo en que si tus camellos viajasen por un valle con un lado seco y otro verde, pastasen en el lado verde? ¿Acaso pensarías que quizás Al-lah ha decretado que pasten en el lado seco? ¿Tendrías duda sobre dónde deberían pastar?.
Las palabras de Omar convencieron a Abu Ubaida.
Justo entonces vino
Abdur-Rahmán bin Awf, quien hasta entonces había estado ocupado con otro
asunto, y dijo:
— Escuchad, pues en una ocasión oí decir al Mensajero de Al-lah, que Al-lah le bendiga y le de paz, lo siguiente:
“Si tenéis noticia de que
se ha declarado la peste en algún lugar, no vayáis allí; pero si la peste se
declara allí donde estáis, no salgaís de ese lugar”.
Cuando Omar escuchó estas palabras de Awf agradeció a Al-lah el haberle guiado a la decisión correcta y volvió a Medina. ( Al Bujari, Tibb 30)
Cuando Omar escuchó estas palabras de Awf agradeció a Al-lah el haberle guiado a la decisión correcta y volvió a Medina. ( Al Bujari, Tibb 30)
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